RESEÑA PSIQUICA en torno a

DESPOJO33 proyek


Entretenido en las cuestiones duras de la somnoliente cotidianeidad despiértanme sus aristas graciosas de agudeza fantástica.

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Raudamente los introduciré en la materia que nos convoca:

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Los elementales compuestos de mi obra son el estar siempre en pleno centro equidistante a los muros del tubo hueco por el cual únase el corazón palpitante de la tierra y el cosmos, y la ira del testigo impotente al observar como todas las cosas se desarman en las formas como un panqueque lentamente crudo.

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Luego de insistir vivir de mi arte durante estos porfiados años, en los cuales solo he logrado sobrevivir con él, y siempre insistiendo incansablemente pintando, martillando, cercenando, rompiendo, atornillando, recolectando, acarreando, golpeando amarrando con la mas absoluta libertad el compromiso de generar una incisión de ranura al despertando, una sensibilidad de agujero herido a la manera de perra en el asfalto, una operación en la emocionalidad y el espíritu arístico, y digo arístico de arísta, espeso y denso, aburrido de delicadezas decorativas distractivas shows y otras pesadillas me propongo expresar toda la densidad operadora por mi posible abordar.

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No lo he hecho, ni menos ahora. No me limitaré a las restricciones del mercado y su marketing, prefiero no vender mi obra a hacerla para la venta. Prefiero vender reproducciones de mis obras mesa por mesa o pregonar Pan Integral con Linaza Calientito en la feriao o zapatillas usadas, pero me resisto infinitamente repudiando el mercadeo “artístico” repulsivo y vergonzoso. Pavoroso. Solo para débiles. Prefiero enviarlas, cederlas, hacer lo que voy a hacer, decisiones irreductibles en las que confío encontrarles un buen destino al resguardo de otras manos que les puedan brindar la atención que yo ya no soy capas de sostener. Siempre he pintado para que se vayan, siempre he querido que se vayan y multipliquen en comunicación volcànica.

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Si me quiere comprar una obra; Por mi está bien y citaré a Pablo Picasso "pintores son los que pintan para vender, y artistas son los que pintan lo que venden", espero se me entienda cuando hablo de los pobres pintores obligados a pintar con la calculadora en la mano y escuchando los ecos de la galerista amenazándole “eso que ahora pinta no se vende, haga lo que ha hecho siempre”, o como a mi un día una conocida galerista de La Serena cuando entre gesticulaciones espantosas me aconsejaba sacarle “esos colores que duelen las pupilas y esos monstruos que no se venden!!” Lo que no haré será adaptar mi necesidad expresiva a las formas de departamentos sin reflexión, sin talento, donde, todo lo humano parece cochino. Por el momento seguiré siendo malo. Malo y procurando ser perverso con mis incautos. Mi siguiente revolución autoinvención la dejaré para la próxima tela en blanco.

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Estoy tremendamente agradecido de cada una de las personas que han comprado una de mis obras,(o varias) que no han sido pocas, creo lo han hecho (la inmensa mayoría) por el interés que éstas les han despertado y no solo por moda ni solo inversión.

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En el taller confundo susurros, cadenciosos y sincopados, mis pinturas me piden incesantes que les abra las ventanas, quieren desplegar las alas y dejar que el viento y la masa muscular fluyan, viajar e independizarse, ir por el mundo cacareando sus pliegues de subconsciente colectivo.

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Si mi arte es contemporáneo prefiero que sean lo que son y que sigan tras la esencia de todos los seres humanos en cualquier país del mundo en cualquier plaza de pueblo en el idioma que se hable y en la época según sea. Pertenecientes a todos los tiempos desde los primeros humanoides, hoy y para siempre por los siglos infinitos siempre. Eso sí me interesa, ese ángulo es el mío, ahí tengo la mirada cargada. Estos tiempos pasarán, mas me interesa que NADA SIGA IGUAL.

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Lo que hago lo hago con la urgencia que exige el instante presente. Las 33 pinturas son obras en su totalidad, tanto como pintura y como bastidor artesanal construido con material de reciclaje suministrado por citierazos, basurales, plazas, o en los vértices de las ciudades y en las inmediaciones de las ciudades que he vivido y recorrido y recolectado, algo relacionado terriblemente con su naturaleza de expresionismo sobreviviente. Las obras son irreductiblemente cosísticas y esa es su fragilidad. No separar la tela del bastidor. Bastidores del basural, joyas de mi corazón, amados bastidores míos.

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En cuanto a la selección de los destinos

Olvídense de la IMPARCIALIDAD

No seré imparcial con NADIE.

Yo, en la hecatombe

A mis Criaturas

Las quiero

en buenas manos sabedoras de sostener un corazón BRIOZO.

13 mayo 2008 La Herradura IV Región Chile.

* FLEKCHA Christensen